miércoles, 27 de mayo de 2009

EL 28 DE JUNIO NESTOR KIRCHNER DIPUTADO NACIONAL

CRISTINA PRESIDENTA

PARA PROFUNDIZAR EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR

Es indudable que este 28 de junio de 2009 se plantea, en el terreno electoral, una disputa entre dos modelos de país muy diferentes.

De un lado, una Argentina que resurgió a partir de la acción de un gobierno que desde el 25 de mayo de 2003, con Néstor Kirchner como presidente, supo reencausar la política nacional en el sentido de los intereses populares.

Aquel país desvastado, que estallara en diciembre de 2001 como consecuencia de las políticas neoliberales de los años 80 y 90, fue el punto desde el cual se impulsó una verdadera tarea de reconstrucción que hoy es continuada por nuestra presidenta Cristina Fernández con medidas que priorizan el trabajo y la inclusión social.

De otro lado, presentados como los referentes de la “nueva política” por los grandes medios de información, aparece una oposición que –salvo contadas excepciones- tiene como principal bandera política la preservación de una institucionalidad formal, “republicana”, vacía de contenido, a menudo ajena a las expectativas del pueblo, pero que en verdad lo que busca es “desgastar” al gobierno nacional para, de esa forma, encontrar el clima propicio que permita el retorno a un modelo económico que en el pasado sólo sirvió para beneficio de unos pocos. Con tintes de modernidad, ese modelo no es más que aquel viejo esquema agroexportador sostenido desde siempre por la Sociedad Rural Argentina y que hoy se encuentra integrado dentro de la estrategia del capital financiero internacional. En lugar de pensar un país industrial con integración social nos proponen convertirnos en un granero neo-colonial del siglo XXI.

En este contexto no sorprende que desde sectores opositores se evite debatir sobre la transformación que ha vivido nuestro país en los últimos seis años. Que no se lo piense siquiera como un punto de partida y, por el contrario, se puntualice casi exclusivamente en criticar el “estilo” y “las formas” del gobierno popular. Tampoco debe asombrarnos como de un modo por momentos frívolo, superficial, banal, los grandes multimedios intentan fijar en esos términos la “agenda” de la opinión pública. Los une un mismo proyecto y la dificultad de no poder contrastar seriamente los logros alcanzados en estos años que, aunque se reconozca que aun falta mucho por hacer, por su contundencia son inocultables:

EN LO ECONOMICO: se apostó al desarrollo del mercado interno priorizando el consumo popular como factor de crecimiento y distribución en favor de los sectores populares. Esto permitió la creación de más de 3,5 millones de nuevos puestos de trabajo y, mediante paritarias y el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, avanzar en la recuperación del poder adquisitivo del salario.

El desendeudamiento externo posibilitó dejar de lado los condicionamientos que pesaban sobre nuestra economía permitiendo mantener el manejo del peso ($) al servicio de la economía nacional.

Se recuperaron empresas que habían sido privatizadas, Aguas Argentinas, Aerolíneas Argentinas y Austral, Correo Argentino, Area Material Córdoba, etc.

Frente a la crisis financiera internacional producida como consecuencia del agotamiento del modelo de acumulación basado en el capital financiero que en Europa, Asia y Estados Unidos arroja millones de trabajadores a la calle, el gobierno no tomó el camino del “ajuste” tantas veces practicado desde el regreso de la democracia en 1983. Por el contrario día a día se trabaja para reforzar el papel del Estado interviniendo activamente en la economía para sostener las fuentes de trabajo, impulsando la obra pública, avanzando sobre el control del comercio exterior, para que los efectos de esta crisis generada en los países desarrollados no los terminen pagando nuestro pueblo.

Desde la Banca pública se implemento una política crediticia destinada a la pequeña y mediana empresa. Mediante la legislación dispuesta al efecto, se refinanciaron las deudas del sector agropecuario por las cuales, en 2003, catorce millones de hectáreas estaban embargadas y a punto de ser rematadas por los bancos.

Se posibilitó una solución al problema de los endeudados por créditos hipotecarios para vivienda familiar suscriptos en dólares que se habían tornado impagables como consecuencia del estallido de la convertibilidad.

El mantenimiento de las retenciones, principalmente a la soja, constituyen un instrumento imprescindible del Estado Nacional para desenganchar el precio de los alimentos de los parámetros internacionales, sin ellas la leche, harinas, carnes y otros productos se pagarían a precio “dólar” o “euro” en nuestro propio país.

EN LO SOCIAL: se incluyeron 1 millón ochocientas mil personas al sistema jubilatorio, reconociéndose derechos que otros gobiernos habían ignorado olímpicamente; se reestableció la movilidad de los haberes.

Se recuperó la administración estatal del régimen previsional que estaba en manos de bancos y financieras (AFJP) en su mayoría de origen extranjero, cortándose de esa manera una descomunal sangría de fondos que utilizaba el ahorro de los trabajadores para financiar negocios que terminaban jugando en contra del trabajo argentino.

Se desarrolló la obra pública a lo largo y ancho del país beneficiando a las provincias y los municipios con la construcción de escuelas, hospitales, centros de salud, caminos, puentes, rutas, viviendas, redes cloacales, agua potable, gas natural, como hacía varias décadas no se veía en nuestro país. Se coparticipó a provincias y municipios el 30 % de lo recaudado por retenciones a la soja con afectación a obras de infraestructura.

Desde los medios públicos se encaró una política de calidad sin precedentes plasmada en Canal 7, Canal Encuentro, Radio Nacional, Incaa, Biblioteca Nacional, Secretaría de Cultura de la Nación. Se promueve la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual buscando democratizar el espacio radioeléctrico que es de dominio público para posibilitar la expresión de los sectores de la comunidad no ligados al negocio mediático, como son las Escuelas, Universidades, Sindicatos, Cooperativas, Radios Comunitarias, Centros Populares, Municipios, Entidades Religiosas, etc.

Entre otras leyes de importancia se sancionó la ley 26.075 de financiamiento en educación, ciencia y tecnología para que entre Nación y provincias se arribe en 2010 a una inversión del 6% del PBI.

EN LO POLITICO: Se ha roto la lógica que nos rigiera durante tantos años por la cual el Estado estaba manejado por tecnócratas cuya única receta era achicar el gasto social en salud, educación, infraestructura, servicios públicos, etc. y hacer los deberes con el FMI. Desde mayo del 2003, en un proceso que debe continuar profundizándose, el Estado ha ido recuperando un papel central en la vida de los argentinos, motorizando la inversión pública en cada uno de los rincones de la patria, creándose empresas públicas como en el caso de Enarsa, cuya potencialidad merece ser desarrollada decididamente.

Se multiplico positivamente el gasto público como consecuencia de las políticas sociales destinadas a los sectores mas desprotegidos de la población, otorgándose créditos para emprendimientos productivos, para fabricas recuperadas, cooperativas, para programas de agricultura familiar, etc.

Se construyeron acuerdos con los países hermanos de la Patria Grande fortaleciéndose la integración regional en el MERCOSUR, la Unasur, el Banco del Sur, pero también tomando partido en contra del ALCA, del intento de golpe en Bolivia y del bloqueo a Cuba, haciendo oír la voz de nuestros países en la cumbre del G-20 y otros encuentros, afirmando insistentemente la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas, exigiendo a Gran Bretaña su restitución.

A partir de todo esto la Argentina volvió a ser respetada en todos los foros internacionales.

EN LO INSTITUCIONAL: se implementó la renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación integrándola con juristas de reconocida trayectoria, dejando atrás la vergonzosa historia de la corte anterior cómplice de los más grandes negociados que sólo brindaba “seguridad jurídica” a los grupos económicos.

Se impulsó una tenaz política de derechos humanos en base al restablecimiento de la verdad y la justicia a partir de la anulación de las leyes de impunidad, promoviendo los juicios a los represores genocidas en todo el país.

Desde el 2007 se redujeron al mínimo los decretos de necesidad y urgencia y se giraron al Congreso de la Nación los proyectos de ley más importantes posibilitando una discusión amplia y democrática.

Se derogó el código de justicia militar que constituía un resabió de privilegios que, pese a estar prohibidos por la constitución nacional (art. 16), continuaban plenamente vigentes.

Mal que les pese a los sectores del poder económico y a sus socios menores, un nuevo proceso político se ha abierto en la Argentina. Ya no basta con pregonar el desaliento y la indiferencia buscando que la política, convertida en mala palabra, sólo la ejerzan los “empresarios billetera”, los “opinólogos” o los “tecnócratas”. Para millones de compatriotas la política ha vuelto a ser una herramienta imprescindible para la construcción de una sociedad justa y equitativa. Los jóvenes dan testimonio de eso: en los barrios, las escuelas, las universidades, los sindicatos, los centros culturales, miles de jóvenes se incorporan activamente a la militancia interesándose por su comunidad, haciendo sus primeras experiencias organizativas, buceando en la historia para encontrar sus propias certezas, empujando, discutiendo, en definitiva, buscando hacer realidad sus sueños y esperanzas, reconociéndose en lo mejor de la historia de lucha del pueblo argentino. El movimiento obrero ha puesto el debate sobre la mesa, la movilización de más de 150 mil trabajadores encolumnados en sus organizaciones sindicales el pasado 30 de abril demuestra una vez más la voluntad mayoritaria de respaldar un modelo socioeconómico que privilegia la producción y el trabajo como única garantía que para hacer realidad la Justicia Social.

Volvemos a reencontrarnos en el rumbo del Proyecto Nacional y Popular que nos legaran Juan y Eva Perón, aquel de la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social; aquel que hunde sus raíces en la gesta emancipadora de mayo de 1810, en las Montoneras Federales, en el Irigoyenismo, en las masas trabajadoras del 17 de Octubre, en la Juventud del Luche y Vuelve, en el Movimiento Obrero Organizado; aquel que levanta como bandera los nombres de los compañeros desaparecidos y se enorgullece de las madres y abuelas de plaza de mayo; aquel que se identifica con la idea añorada de la Patria Grande Latinoamericana.

Hacemos nuestra la palabra de la Presidenta Cristina cuando permanentemente expresa la necesidad de profundizar la distribución de la riqueza para que cada argentino, en cualquier rincón de la patria, pueda vivir una vida digna.

Por todo ello, el próximo 28 de junio, NESTOR KIRCHNER DIPUTADO NACIONAL.

AGRUPACION PERONISTA JUAN JOSE VALLE

ENSENADA

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