domingo, 20 de febrero de 2011

El Avión, la prepotencia y el servilismo vernáculo




Unos meses antes de las elecciones de Febrero de 1946, el embajador de los EE.UU. en nuestro país, Spruille Braden, solicitó una entrevista con el Coronel Perón, quien al cabo de unos pocos minutos de escuchar las demandas y promesas del imperio, que pretendía imponerle condiciones, a cambio de colaborar para hacerlo presidente, Perón respondió: "Yo creo que los ciudadanos que venden su país a una potencia extranjera son unos hijos de puta, y nosotros no queremos pasar por hijos de puta.".
Por estos días se armó una gran polémica a raíz de la firme decisión del gobierno nacional de hacer respetar nuestras leyes y soberanía, impidiendo que una delegación de la Fuerza Aérea de los EE.UU. ingrese mas de un tercio de la carga de un avión, de contrabando (armas, drogas, interceptores de comunicación, etc). Al igual que hace 6 décadas atrás, la prensa canalla –encabezada por el monopolio Clarín, su socio, La Nación, y el canal de Miami y la embajada C5N, con el coro de políticos opositores cipayos y genufléxos, se pusieron inmediatamente a defender la teoría de los yanquees (con la sóla excepción de Ricardo Alfonsín, que puso algún tipo de reparo, ante la evidencia de los hechos).
Ahora bien, que la corporación mediática, ponga el grito en el cielo y se acople a los intereses del imperio, no es nada nuevo y sorprendente, lo grave es que quienes pretenden transformarse en una “alternativa de gobierno” al actual proyecto Nacional y Popular, ni siquiera se preocupen por disimular su grado de servilismo cipayo –al mejor estilo de la Malinche- para con los amos del norte, y de esta forma en su alocada carrera por quedar bien con la embajada, no reparan en ponerse claramente en contra de una medida de estricta justicia y soberanía nacional, que debería ser una política de Estado, como las que tanto pregonan.
Por último, y por si todavía no se han dado cuenta algunos vendepatrias genufléxos, a partir de mayo de 2003, y recogiendo una de las banderas (soberanía política) mas caras a la tradición que nos legara nuestro conductor el General Perón, otro gallo canta en nuestra patria, primero con Néstor Kirchner, (ALCArajo) y ahora con Cristina Fernandez, nuestro país (junto con varios hermanos de la Patria Grande), ha decidido dejar de ser el patio trasero del imperio, mal que les pese, a la prensa canalla de los grupos concentrados, y a la caterva de cadáveres políticos, que luchan denodadamente por volver al neoliberalismo de la década del 90.

viernes, 4 de febrero de 2011

En la Argentina de Peron y Evita: ...los únicos privilegiados son los niños








En la argentina de Perón y Evita, los únicos privilegiados son los niños… Esta hermosa frase se anteponía a cada una de las obras con las que aquel gobierno peronista, dignificaba a los pibes a mitad del siglo pasado. En el convencimiento que allí debía estar la simiente que devendría en un futuro de felicidad y grandeza nacional.
Y esa verdadera política hacia la niñez y la juventud, fue tan prioritaria que se le dio rango jurídico en aquella inolvidable constitución que consagraba los derechos sociales para los trabajadores.
Como era previsible, una de las primeras medidas que adopto el gobierno fusilador (cívico militar), encabezado por Aramburu y Rojas, fue anular dicha constitución mediante un bando militar. A partir de allí se comienza un largo camino de destrucción nacional, en el cual nuestros niños y jóvenes fueron uno de los sectores mas atacados por los enemigos de la Nación. A pesar de ello, la obra del gobierno peronista fue tan importante, que se necesitaron muchos años de destrucción para llegar al grado de crisis que derivo en el estallido de Diciembre de 2001.
Sin duda alguna, el flagelo del neoliberalismo, en la década del 90, con su política de destrucción del trabajo, sumado a la falta de proyectos de vida y la instalación del consumo de drogas, alcohol incluido, fue el coctel que derivo en la desarticulación familiar con la consecuente secuela de violencia y delito.
Lo paradójico de todo ello, es que los mismos responsables políticos de esa debacle, con la complicidad de bastos sectores de clase media, que pusieron su voto de confianza sistemáticamente en ese proceso, hoy se convierten en los adalides de la solución al problema que ellos mismos crearon.
Así nos encontramos con sectores del mas rancio conservadurísmo oligárquico, que con su mejor cara de yo no fui , ofrecen sus consabidas recetas de mano dura (bajar la edad de punibilidad, mas represión etc.), para los jóvenes y niños, cuando en realidad la solución no pasa por convertirnos en un Estado mas represor, que aumente la dureza de las penas, todo lo contrario debemos alentar un Estado (como viene sucediendo desde 2003), mas inclusivo, que vaya lentamente articulando a las familias con mas trabajo, mas salud, mas escuela, en fin una Nación en la que volvamos a sentir el orgullo de decir… Que los únicos privilegiados son los niños.